Liderazgo… ¿competencia o impacto?

Deseo compartir una reflexión que realmente me sobrevino abordando un proyecto software en Psicometría competencial, cuya primera curiosidad fue, pura y llanamente, que éramos incapaces de evaluar, completa, válida y fiablemente, la “meta-competencia” de Liderazgo, analizando únicamente niveles del desagregado de competencias que supuestamente la definen, y examinando solamente comportamientos del individuo en cuestión.

… “nosesimexplicao” con esta forma tan consultora y pedante de construir la frase…

La cuestión es que mucho se habla de “las competencias del líder”… tanto, que si buscamos por ejemplo un libro sobre la “enterocolitis necrosante”, nos costará encontrarlo, pero si buscamos libros de “liderazgo” … los hay a patadas … así que, o es que se sabe mucho, o es que quizás “todo el mundo sabe mucho”… para entendernos.

Yo no me apellido ni Druker, ni Porter, ni Maxwell, ni  Goleman… tendría que rebobinar y volver a nacer para siquiera soñar llegar a esos niveles, pero sí fui capaz de hacerme una preguntita, creo que tan simple como precisa, con una respuesta muy tonta… (que seguro que tampoco es original)…

<<¿qué es un/a “líder”, qué o quién lo define?>> … y la respuesta tonta es que “un/a líder es alguien a quien los demás siguen”.

… de lo cual se deduce que… cuántos… cuánto… hasta dónde… consigue que le/la sigan, debiera ser la verdadera medida de esta competencia, ¿no?

… pero esto me llevó a otra pregunta … <<¿por qué diantres le seguimos?>> … y esta… esta ya no es tan tonta… porque desgrana múltiples posibilidades… (que dependen de la particular motivación de cada seguidor, sin ser necesario que un líder tenga por qué aglutinarlas todas)

… es “quien manda” … eso no es liderazgo, eso es posición… o incluso imposición

… es “quien sabe dónde debiéramos ir antes que yo, quien innova, quien abre caminos, quien hace los planos y los mapas

… es “quien sabe hacer ciertas cosas técnicamente mejor que yo, de quien aprendo, a quien puedo imitar”

… es “a quien quiero, adoro, admiro, en quien confío, quien me contagia el entusiasmo, quien me trata bien”

… es “quien no se inmuta y sabe qué hacer cuando vienen mal dadas”

… es “quien contribuye a resolver mis conflictos”

… es “quien se atreve, y toma, las decisiones que yo no sabría tomar, y además casi siempre acierta”

… es “quien no me apantalla, trasluce mis éxitos, y participa en primera persona de mis fracasos”

… es “quien sí me apantalla cuando se trata de defenderme de ataques externos”

… es “quien me exige, pero me ayuda, a conseguir lo mejor de mí, me empodera, me desarrolla, me dota de recursos y herramientas, me facilita seguir su ritmo y crecimiento”

… o es sencillamente “quien me conviene, quien garantiza mi permanencia”

… o bien “a quien muchos, o todos, siguen, así que me apunto al carro”

… habría seguro muchas más, pero solo hasta aquí ya nos aporta ya nos aporta incluso una inventada caracterización del Liderazgo… “técnico”, “visionario”, “emocional”, “bastión”, “decisor”, “impertérrito”, “conveniente”…

La cuestión pues, que todo líder debiera preguntarse, es… <<¿cuántos y cuáles de estos motivos me he ganado, y cuántos y cuáles soy capaz de promover?>>

… y seguro que para conseguir todas estas  cosas, claro que hay competencias y características clave (influencia, comunicación, decisión, visión, escucha, desarrollo, cambio, resiliencia…) pero NINGUNA de ellas garantiza por sí misma el Liderazgo si no se demuestra mediante este virtuoso IMPACTO en los demás.

Finalmente, me ratifico en un eslogan de la casa… “el Talento no es hacer… es conseguir”.