Creatividad y multidisciplina… nuestros últimos reductos frente a la robotización y la IA

Ante la digitalización, robotización y evolución, ya nos toca ir previendo y asumiendo el papel que queremos jugar como seres humanos, y hay 5 caminos posibles por delante.

Ya hay mucha gente viviendo (y muy bien) de contarnos el “apocalipsis laboral” al que nos dirigimos… no vengo a esto, no es mi oficio. Pero desde mi visión analista en distintas disciplinas, y formador en Creatividad en “ratos libres”, espero sinceramente aportarte utilidad.

Comienzo por una anécdota real… hace unos años se realizó un estudio de correlación entre las enfermedades propias de la vejez y la adicción a la nicotina. El resultado (interesadamente manipulado y/o interpretado) fue que “fumar previene ciertas enfermedades, porque los fumadores tenían menor probabilidad de contraer Parkinson y Alzheimer”, ¿se te ocurre por qué?, muy sencillo, esas enfermedades aparecen generalmente a edades tan avanzadas, que muchos fumadores, por las consecuencias de serlo, ni habían llegado a ellas.

Esta forma de interpretar “inteligentemente” los resultados y correlaciones de una máquina, resulta comprensible y paradigmática respecto a nuestra relación con ellas.

Es la diferencia entre tener 2 teraflops con tener… 2 dedos de frente.

No te relajes, tanto entonces como hoy las máquinas YA son, y serán aún, más “listas” que todo esto.

¿Qué puedo hacer frente a las máquinas?… en mi opinión, hay 5 CAMINOS (no todos excluyentes):

  1. Nada, seguir el mío a la espera de ver si no me cruzo con ellas.
  2. Resistirme a ellas, luchar, boicotear… retrasar lo más posible su incorporación.
  3. Adaptarme a ellas, “llevarme bien” con ellas y con los avances.
  4. Convertirme hacia un perfil digital y/o técnico que surge y se requiere precisamente por su incorporación.
  5. Potenciar el lado humano de mi inteligencia y oficio para demostrar que mi trabajo no puede hacerlo una máquina.

¿Has pensado, YA, QUÉ, vas a hacer TÚ?

…yo SÍ … mucho del ‘3’, un poco del ‘4’ que ya era en parte, y sobre todo mucho, mucho, mucho del ‘5’, pues del ‘5’ va este artículo…

Inciso preliminar para quienes se plantean no hacer nada o boicotear

Ya conocemos el final de la historia, que no estemos llamados a repetir, sobre los que por ahí fueron en anteriores revoluciones industriales (y si no las recuerdas o conoces, interésate por ellas).

Si eres empresario/a, tienes competencia, y si eres trabajador/a… también la tienes. Lo quieras ver, o no, YA hay “robots” por todas partes, o haciendo tu trabajo, o parte de tu trabajo, o trabajando para tus competidores, que conseguirán llegar a tus clientes con más valor o a menor precio… y casi ninguno tiene (como el de la foto de portada) una “cara para que se la puedan partir”, o “entendederas para que le convenzas de nada” … son fríos, eficaces, obedientes, incansables, baratos… plenos de características competitivas.

Son máquinas físicas, programables y automatizadas, y también son algoritmos lógicos ejecutándose en alguna nube, son apps a la vista de todo el mundo… operando en plantas de fabricación, atención telefónica o presencial, servicio de mesa, logística y almacenaje, construcción, coordinación de entregas a domicilio y transportes, venta on-line, análisis de mercado, mensajería de marketing… allá donde mires… “ya están aquí”.

… y que esto suponga la “crisis apocalíptica” que prevén algunos, o simplemente una EVOLUCIÓN y una mejora social… depende de gobiernos, depende de empresas, pero especialmente, DEPENDE DE TI, de tu propio DESARROLLO actitudinal y competencial.

Multidisciplina y lado humano del oficio

Si solo sabes hacer una cosa, y además es algo mecánica… sí, comienza a preocuparte, y ocuparte, un poco.

Pero si tu trabajo combina diversas habilidades, transversales o técnicas, que deben en muchos casos ponerse en valor a la vez, ESO es más difícil de replicar por una máquina, que por lo general es muy especializada.

Como ejemplo personal, cuando visito instalaciones de un cliente para una sesión fotográfica, como parte del desarrollo de un curso e-Learning, conozco mejor el guión porque lo redacté yo mismo, conozco el negocio y la actividad por la propia experiencia, conozco a las personas y a sus responsables, utilizo el buen trato para no molestar y conseguir que los operarios se presten de buen grado a las fotos, tomo desde el conocimiento decisiones y alternativas a lo planificado sobre la marcha … y finalmente llego a la conclusión de que hago tanta falta ahí que… ¿por qué no aprender y tomar las fotos yo mismo?

No es una cuestión de imprescindibilidad (lo contrario quisiera ser yo de mayor: prescindible) es una cuestión de resultar más conveniente, y esto es extrapolable a cualquier trabajo: no te hagas imprescindible, hazte CONVENIENTE.

Cualquiera podría pensar que mi labor es más “cualificada” que la de, por ejemplo, un camarero … y NO estoy de acuerdo en absoluto, quien piensa así es porque no ha comprendido el verdadero VALOR de un buen camarero. ¿Cuántos años faltan para que un robot pueda sustituirle plenamente? … llevar los platos de la cocina a la mesa es lo de menos para quien espera un servicio o un ambiente, una experiencia de cliente … esa sonrisa, esa calidez, esa simpatía, esa broma, esa atención, esa inteligencia emocional, esa recomendación de maridaje o dietética, esa supervisión para ver que todo marcha bien y no falta nada, ese conocimiento del cliente, esa disculpa, esa resolución de una situación conflictiva… ESO, es lo que has de potenciar: el LADO HUMANO de tu oficio.

Un/a cronista o periodista que interpreta la información, un/a psicólogo que interpreta los resultados de una evaluación de personas, un/a visionario que describe qué producto o mercado debiéramos abordar… hay mil cosas que aún podemos hacer, mejor, mucho mejor.

Creatividad

La “creatividad” de una máquina suele estar restringida a la aleatoriedad y combinatoria de los elementos a su disposición, para resolver una cuestión concreta bajo mandato específico (intrínsecamente limitado también). Convertir a una máquina pensante en “creativa” es lo que más está costando a los desarrolladores de la IA.

La Creatividad del ser humano es virtualmente INFINITA.

El principal error que cometemos suele comenzar por pensar que la Creatividad es patrimonio exclusivo de “los aptos” y de los “procesos creativos”, cuando realmente, puede, y debe, ser aplicada a prácticamente cualquier cosa. (aún están los que piensan que “los creativos” de su empresa son los de Publicidad, los de Marketing, los de Diseño de productos…)

Quien piensa que la Creatividad no está a su alcance, porque “no tiene el don”, está negando su propia condición como ser humano. La Creatividad puede descubrirse, desvelarse, aprenderse, entrenarse, replicarse, ampliarse… como cualquier otra disciplina intelectual, a través de la actitud e incluso de técnicas específicas (brainstorm, mapas mentales, disecciones morfológicas, afinidades fingidas…).

Por lo general, no somos creativos sencillamente porque estamos completamente INHIBIDOS, por miedo al error o a la crítica, porque así nos troquelaron en el colegio estigmatizando nuestras equivocaciones, o porque escarmentamos durante nuestra etapa profesional… pero esto VA A DAR LA VUELTA 180 grados, cuando las personas más creativas y críticas se desvelen como las más necesarias, mientras las que no lo sean serán sustituidas, completa o parcialmente, por máquinas.

Y pese a esta REALIDAD, seguimos escuchándonos, sintomáticamente… “eso se hace así”, “así lo pone en”, “así lo ha dicho”, “no me van a dejar”, “es imposible que”, “es complicado”, “no me meto en”, “mejor no intentar”, “no quiero oír hablar de”, “eso es muy raro”, “a ese no le escucho”… en lugar de “pero y si”, “vamos a pensarlo”, “por qué no”, “tiene que haber manera de”, “quién nos prohíbe”, “qué hay de malo en”, “y qué más da que lo haya dicho”, “me da igual que me digan que”, “vayamos por partes”…

… mi “cibernético” consejo: CAMBIA EL CHIP… YA, hoy, mañana a más tardar.

Pensamiento Computacional

Una manera, también interesante, de convivir con las máquinas es aprender, también, a pensar más parecido a ellas.

La introductora de este concepto, Jeannette Wing, lo define así: <<El pensamiento computacional implica resolver problemas, diseñar sistemas y comprender el comportamiento humano, haciendo uso de los conceptos fundamentales de la informática>>

No es «pensar como una máquina», la máquina (aún) no «piensa», es ayudarnos de la sistematización propia de una máquina para obtener un plano más con que contribuir a nuestro pensamiento.

¿qué hacen mejor los humanos que las máquinas?, ¿qué hacen las máquinas mejor que los humanos? … ¿qué aprender unos de otras? (sin olvidar que es nuestra imaginación y creatividad lo que nos hace generar ideas y conceptos, no solo «artefactos»)

¿qué tareas y procesos son «computables»?, ¿cómo abordar un problema desde un punto de vista «algorítmico»?, ¿cuál es la «estructura de base de datos» de la información que manejamos para resolver un problema o afrontar un reto “humano”?

Analizamos, desagregamos y sintetizamos informaciones para que un ordenador nos resuelva cosas, ¿por qué no hacerlo para nosotros mismos?… hay muchas subactividades incorporables: planificación y organización, procedimentación, prevención, corrección, sincronización, conversión de la incertidumbre en escenarios previsibles, estructuración, reconocimiento de patrones, detección y/o establecimiento de correlaciones, estadística…

El arte de preguntar y las “preguntas poderosas”

Dicen los especialistas en robotización y en IA que las máquinas son muy buenas respondiendo preguntas, pero nosotros somos mejores haciéndolas… realmente yo interpreto esto como “saber poner buenos deberes al robot”, pero incluso antes del robot, simplemente como humanos…

¿esto es así, siempre?, ¿nos preguntamos las cosas?, ¿nos hacemos y hacemos las preguntas correctas?, ¿preguntamos a tiempo?, ¿preguntamos a quien debemos?, ¿preguntamos sobre lo conveniente?…

Einsten decía algo así como que “si tengo 1 hora para resolver un problema, dedicaré 55 minutos en hacerme las preguntas correctas, en analizar bien el problema, y 5 minutos en resolverlo”.

Morfeo en Matrix decía que “es la pregunta la que nos mueve, es la pregunta la que nos ha traído hasta aquí”.

… y los estudiosos de la Comunicación dicen que “quien comanda una conversación es quien pregunta, no quien responde”.

Casi todas las cosas importantes, buenas o malas, que nos suceden en la vida fueron consecuencia de buenas y malas preguntas, o incluso de preguntas que ni siquiera llegamos a formularnos.

¿Cuántas veces nos cuestionamos la CALIDAD de nuestras propias preguntas?

Muchas preguntas no son buenas porque no abordan la completitud del problema o reto, o inducen a respuestas sesgadas e incompletas también, acorralan u originan rechazo, o deseabilidad … en definitiva, cierran caminos en lugar de abrirlos.

Las buenas preguntas provocan reflexión, emoción, cambio e innovación, abren puertas, abren caminos, promueven nuevas preguntas, abren nuevos prismas con que observar la realidad, abordan la raíz de los problemas, responsabilizan, empoderan … e incluso se promueven a sí mismas, se viralizan.

Cuando mi hija adolescente vuelve del colegio, no solo le pregunto “¿qué tal el cole hoy?”, sino que en ocasiones también le pregunto “¿qué has disfrutado de aprender hoy?”

La “sedación social”

Muchas de las tendencias actuales, sociológicas, comunicativas, políticas… van en contra de nuestro pensamiento crítico, provocan que NO nos preguntemos las cosas, nos sedan, nos adormecen, nos idiotizan.

Nos estamos acostumbrando en demasía al “meme”, a lo inmediato, a lo empaquetado, al consumo rápido, a “tragar sin oler primero”.

Compramos “paquetes de ideas preconcebidas y bien envueltas”, nos dejamos influenciar y manipular, cuestionamos personas y personajes en lugar de analizar las IDEAS en sí mismas, encasillamos a cualquiera en los “catálogos de enemigos disponibles” … y toda esta COMODIDAD nos anula como seres pensantes y nos pone más en riesgo al no potenciar aquello que nos diferencia de las máquinas.

Análisis, síntesis e interpretación

Estas capacidades son fundamentales para cualquiera, pero se van a convertir en CRÍTICAS con la que está por venir, pues son las más complejas de replicar por las máquinas.

La intuición, que no tiene otra explicación que la de saber prever el futuro basándonos, consciente o inconscientemente, en los patrones y síntomas reconocibles desde nuestro pasado, también es una capacidad a potenciar… y ojo porque en esto las máquinas están avanzando mucho.

Mi consejo es que LAS PRACTIQUES, sencillamente, en todo, cuestionándote las cosas, las comunicaciones que recibes, el trabajo que haces, etc.

Esa “visión analítica, holística y sistémica” de la que disfrutamos los seres humanos, esa forma de descomponer los retos, los problemas, los procesos, los productos, en sus partes y atributos, y a la vez saber también comprenderlos como un todo, o incluso saber abordar estas disecciones desde diversos prismas diferentes, es matemáticamente muy compleja de replicar, por mucha potencia que un ordenador tenga.

No obstante, últimamente, debatiendo en esta propia Red, observo en nosotros mucha “asignatura pendiente” en términos de análisis, pero hay una que especialmente me llama la atención: el ÁLGEBRA.

¿Recordáis aquello de que “si llueve el suelo se moja, pero eso no quiere decir que si el suelo está mojado significa que ha llovido”? … ese universo de no confundir causas y consecuencias, de condiciones, de descomposiciones de las ideas… creedme o no… contemplo que está en peligro (y todavía no comprendo del todo por qué).

Quizás parte de la explicación reside en que en los colegios están ponderando la Aritmética y la Lengua sobre el Álgebra y la Filosofía, que en mi opinión son FUNDAMENTALES para saber interpretar el universo de los ARGUMENTOS… ¿pero a los adultos, que SÍ las vimos, qué nos pasa, las estamos olvidando?

(como sencillo ejemplo de actualidad … atribuir al virus “un carnet de afiliación política” para entremezclarlo, confundirlo y negarlo de la misma forma que confrontaríamos una alianza conspiranoica, parditista o gubernamental, es confundir “churras con merinas”, pues los políticos saben mentir, sí, pero los virus solo saben infectar).

¿Cómo no voy a estar expuesto/a argumentos falaces, manipulaciones y confusiones de todo tipo si no soy capaz de “leer entre líneas”, de desagregar lo dicho, de distinguirlo de quien lo dice, de intuir lo no dicho?, ¿cómo vamos a distinguir las “ideas envenenadas” o “parasitarias” (esas que encierran viralizables mensajes subliminales) de las auténticas verdades? … así nos tragamos la manzana, el gusano y todo su veneno, por no querer, simplemente… PENSAR.

CONCLUSIÓN

Somos y seremos RESPONSABLES de lo que suceda, por acción, por omisión, por adecuación, pero si lo que deseas es mantener nuestra privilegiada posición y liderazgo, en esta “nueva jerarquía” que se avecina…

… muy simple, sencillamente procura… SER HUMAN@.